125 gramos de harina (normal o repostería)
3 huevos
300 gramos de azúcar
1 cucharada de canela en polvo
1 vaso de vino dulce
1 vaso de agua
Un poco de mantequilla
Preparación
Lo primero que hacemos es separar las claras de las yemas.
Montamos las claras a punto de nieve
En un cuenco grande echamos las tres yemas y 220 gramos de azúcar hasta obtener una mezcla suave y espumosa. Poco a poco vamos incorporando la harina tamizada a la mezcla, no os preocupéis si en un primer momento la masa está un poco seca, ya que luego con las claras de huevo cambiará su aspecto.
Añadimos la mezcla de las yemas a las claras montadas
Mientras tanto precalentamos el horno a180º, untamos el recipiente que vayamos a utilizar para el horno de mantequilla y espolvoreamos un poco de harina para que no se pegue.
Echamos la mezcla y lo metemos en el horno durante 25 minutos o hasta que se nos doré la capa superior.
Una vez que está listo el bizcocho, lo dejamos enfriar.
Colocamos el agua en un cazo y le echamos cuatro cucharadas de azúcar y lo dejamos hervir hasta que el azúcar esté completamente disuelto, lo retiramos del fuego y le agregamos el vino. Lo dejamos enfriar.
Le damos la vuelta al bizcocho y lo bañamos en el almíbar, daros cuenta que los bizcochos borrachos son muy dulces y están muy bañados, por lo que te sueles pringar las manos; no obstante, si queréis le podéis echar menos almíbar.